jueves, 13 de noviembre de 2014

Los días deben tener algún sentido, una razón, un motivo.

Recuerdo hace justo un año, a 5.600 metros de altitud, miré a derecha, un glaciar, miré a izquierda la Dama Blanca y frente a mí, el Everest, el techo del mundo. Allí estaba yo, no me lo creía, "todo parece imposible hasta que se hace posible". ¿Cuál fue el motivo, la causa o la razón?

Desde que empecé a viajar, el principal objetivo era conocer lugares nuevos, pero pronto supe que eso no era suficiente, donde yo nací también hay sitios maravillosos. Pronto aprendí que prestando la suficiente atención a las cosas, a los lugares a esos momentos que pasan delante de nuestras narices y no nos damos cuenta, nos podían enseñar mucho, muchísimo. Solo hay que observar y analizar.
Porque todo ocurre por una razón. Después de unos meses de solo pensar en números y buscar el máximo beneficio, necesitaba volver a desconectar del mundo que me rodeaba para volver a conectar conmigo mismo. (suena "ZEN", pero así fue) 
Vivimos en una era de cambios extraordinarios, los cuales pienso, debemos adaptarnos, pero como siempre les digo a mis comerciales, debemos permanecer humanos, en todo momento. Gracias a mi viaje en solitario a Nepal, descubrí mi lado más humano, y al que nunca renunciaré. 
La frase: "when you get what you want, but not what you need..." (cuando tienes lo que quieres pero no lo que necesitas...) sacada de una canción de #ColdPlay; en mis viajes por Nepal o India ha cobrado mucho sentido y aun más cuando he vuelto a España.
Créeme, le damos importancia a cosas que realmente no las tienen, atendemos a cosas o personas que nos consumen por dentro, perdemos muchísimo tiempo en cosas que, ni nos aportan, ni hacen que aportemos, demasiado tiempo en las redes sociales o ANTIsociales, todo para qué? 
Te aconsejo que aprendas a invertir tu tiempo, ese tiempo que cada segundo que pasa, es un segundo menos y que además no lo vas a recuperar, ni aunque tuvieses todo el dinero del mundo, el tiempo es lo único que no cuesta dinero y del que todo el mundo dispone a partes iguales, la diferencia reside en la forma, el motivo y la intención en el que invertimos cada segundo, cada instante de nuestros días. Ojo! y no estoy hablando solamente de trabajar o buscar la pócima mágica para tener más y más dinero. Leer un buen libro frente al mar, o decirle te quiero a alguien, eso también es invertir, invertir en relaciones invertir en salud, invertir en uno mismo.
Sé que tú no te vas a atrever, yo ya me niego a tener mi App del Facebook en mi móvil, tu no tienes valor a eliminarla, pero tranquilo, sé que piensas que te puedes perder algo muy importante por el face, o algún tweet, o esa "selfie" de tu amig@ con los morritos tomándose un "torino-milano" del cual va a pagar 10€ (con 10€, duermes y comes como un rey durante un día en Asia ó si lo prefieres puedes colaborar con cualquier ONG... mil cosas).
Termino con una frase del grandísimo Walt Disney: "Pregúntate, si lo que estás haciendo hoy te lleva al lugar donde quieres estar mañana" y si no es así, "do less with more focus" que el tiempo es oro

No hay comentarios:

Publicar un comentario